viernes, 10 de febrero de 2012

Querido diario (10/2/12)

Hoy ha sido uno de los pocos días que he podido mirar atrás y pensar: Que gente más maravillosa tengo en mi vida...


Amigas que se preocupan por todo y por nada para solo verte feliz, amigos que te hacen reír hasta que te duele la barriga, amigas que te sonríen y te dicen "Te quiero", amigos que te dan un hombro para llorar, amigas que se ilusionan contigo y amigos que estarán dispuestos a pegar a quien sea si se ha atrevido a hacerte daño.


Por todo eso y por más... yo doy gracias por teneros.

martes, 7 de febrero de 2012

Querido diario (7/2/12)

Puede que se haya enfadado, a lo mejor se ha molestado, a lo mejor se ha dado cuenta que no es como creía que era, a lo mejor ya no me quiere, a lo mejor me odia, a lo mejor pasa de mi, a lo mejor solo intenta ser cortés, tantas, tantas cosas pueden ser... Me duele la cabeza de solo pensarlo, no quiero perderle, pero a lo mejor no lo he hecho, a lo mejor simplemente se apartará poco a poco, no se que es peor, perderle de golpe o ver que cada día se aleja más de mi.


 No, él no, por favor, que las mentiras no hagan esto, por favor, no quiero perderle, sería demasiado doloroso, me arrepiento lo juro, pero no quiero verte ir... No quiero abandonarte, no quiero que me abandones, no me prometiste que nunca me pedirías que te abandonara? A lo mejor lo soñé, lo imaginé, me confundí, vi lo que quise ver, quien sabe...


Tengo un nudo en la garganta, me oprime, me duele, no me deja hablar... No quiero perderte...
No quiero perder tu amistad jamás... no quiero ser otra lágrima en la deriva...

miércoles, 1 de febrero de 2012

Oscuridad latente...


Abrí los ojos en un lugar extraño, echo expresamente de colores oscuros, los había mantenido cerrados desde entonces, ¿que lugar era ese...? Todo era tenebroso y todo parecía tan melancólico... Una aura extraña inundaba aquel lugar, pesaba en los hombros y en el alma, parecía intentar hundirte en tus propias lágrimas, era una sensación triste pero a la vez terrorífica... No se la desearía a nadie.


Delante de mi se extendía un extraño y oscuro pasillo que no parecía tener fin... Pero algo era diferente a todo lo demás ¿Que era aquello? Parecía un luz, una cálida y reconfortante luz aunque tremula, corrí desesperado hacía ella, con todas mis fuerzas durante un tiempo que no supe apreciar, sin poder alcanzarla hasta que... acabé tropezando y cayendo al suelo, los hombros me pesaban, no podía levantarme, ¿que me pasaba? ¿Que era aquello? Mi instinto solo gritaba "¡CORRE!" Pero... no podía... aquello era demasiado... para mi....
Cerré los parpados... Era el fin... Me rendiría... No podía más...


Y así... me entregué a los brazos de la muerte...